pero morir, morirse, es a pesar de todo muy complicado. Porque superado el consabido "temor a un algo despues de la Muerte -esa Ignorada Región cuyos confines no vuelve a traspasar viajero alguno"-, el amplio abánico de posibilidades de que disponemos para poner fin a nuestra estancia en este valle de lágrimas, si no infinito, es bastante variado. Y además, en general, más bien después que antes, requiere el concurso de otros. Alguien tiene que recoger y limpiar. Lo que me parece una tremenda descortesía.