sábado, 12 de octubre de 2013

Gusanito

Todo debería detenerse
en ese ahogo de sollozo,
inmovilizarse en ese grito,
que, gusanito,
te comprime el alma.
Pero nada lo hace
gusanito,
todo sigue,
la señora que limpia
el visitante que ríe
el timbre del ascensor
e incluso tu,
gusanito,
que, extrañamente,
tragas aire
y sigues respirando.

Amparo Yoajenjo