martes, 7 de octubre de 2008

Hay alguien en la puerta (2)





Porque joven Hamlet, ¡hay alguien en la puerta! Alguien que os insta a actuar Príncipe. Es la voz del padre, la sombra de su alma condenada, pero humana, tan humana... Pagando sus cuentas aprovecha su castigo para exigir no justicia, no reparación, ni verdad, ni perdón, sino venganza.


Si tienes corazón, no lo soportes(14)
Un padre, alguien que vela por nosotros, alguien a quién le debemos la vida, esa vida que, Príncipe, no apreciáis en lo que vale una aguja. ¿Pero, y el alma? ¿También ese alma cuya posible existencia os impide abandonar este valle de lágrimas? Otro padre, Lucas Buck(15), thompsiano (16) sheriff de Trinitty, lo tiene claro:

Todos tenemos decisiones que tomar. Y si la gente está indecisa, es solo porque han escuchado la voz equivocada, una voz que les habla desde lo astral, que les seduce con esperanza, incluso que puede volver a un hijo contra su padre.(17)

Esperanza. No veo esperanza, o quizá sí. Némesis, que todo lo equilibra, acude. Porque "a los muertos no les importa la venganza". Pero instan a ella a los vivos, ellos o su sombra, el dolor y el recuerdo, y es a éstos, a los vivos a quienes incumbe. Bravo Príncipe, no cejes pues en tu lema:

¡"Adiós, adiós, acuérdate de mi!"

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editado lunes 1 de Diciembre, 2008
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