martes, 9 de septiembre de 2008

¿Por qué un cocodrilo?

¿No es estupendo cuando todo cuadra? Cuando en tu mente se enciente una bombillita como en los dibujos de los 30 y las cosas se relacionan y enlazan unas con otras con naturalidad, apaciblemente?
Lo es. Es maravilloso. Para la forma en que funciona mi cerebro, resulta tan tranquilizador...

Ofelia, niña obediente, quizás desconcertada, deglute sus preguntas, y devuelve, sumisa, a su príncipe los regalos que éste ¿con amor? le había entregado. Su príncipe desesperado, trastornado, triste, enfermo de asco, loco de ira. Esta Ofelia, cada vez más extraña y extrañada, y que a pesar de todo acabará en sagrado, tras cantar, cantar, cantar su duelo junto a las virtudes de las flores ya ajadas en sus manos. La bella Ofelia que, en su estupor, sí encontró el camino que en la reflexión de la locura su príncipe no vio. Ella sí pasó del parecer al ser, y así yace ahora para ser enterrada.

¿Y qué quieres hacer por ella?- clama entonces el príncipe airado, atascado todavía y siempre-¿luchar? ¿quieres ayunar ¿quieres desgarrarte? ¿deseas tragar vinagre o engullir un cocodrilo? Dice así, engullir un cocodrilo. ¿Y por qué un cocodrilo? ¿Por qué un cocodrilo?

No hay todavía bombillitas, no las hay todavía... Bouquet



editado miércoles 5/11/08

2 comentarios:

MsNice dijo...

¿No será romper con el orden natural de las cosas? El cocodrilo te engulle a ti, pero sin embargo tú quieres devorarlo. Pero claro ¿por qué un cocodrilo? PPorque todo el mundo sabe que en Dinamarca, hay muchos cocodrilos...

Ajenjo dijo...

aunque pensandolo bien, es lo suyo ;) ¿Comerse un cocodrilo en Dinamarca? Hamlet y el arte del escaqueo.